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martes, 2 de agosto de 2011

la prima de riesgo

¿Qué es la prima de riesgo y cómo funciona?


La presión a la que se está viendo sometida España en los mercados secundarios de deuda por la desconfianza sobre su solvencia ha disparado la prima de riesgo del país. Pero ¿qué es y qué significa para las finanzas de un Estado que suba la prima o que aumente la rentabilidad de sus bonos? Este último capítulo de la crisis del euro ha puesto en el primer plano de la actualidad algunos términos económicos a los que los ciudadanos no estaban acostumbrados o no conocían. Aquí puedes consultar qué son y sus consecuencias.

¿Qué es la prima de riesgo?: Es el sobreprecio que exigen los inversores por comprar la deuda de un país frente a la alemana, cuyo precio es el que se utiliza como base o referencia ya que está considerada como la más segura y es menos propensa a sufrir bandazos en función de factores coyunturales o puntuales -crecimiento, déficit...-. En términos generales se puede traducir por cuánto dinero es necesario para que los compradores dejen de lado sus temores y olviden el riesgo que conlleva entrar en la deuda de los países señalados por los problemas arriba mencionados de déficit o escaso crecimiento. La razón de este rechazo es que si el inversor sospecha que no entra dinero en las arcas del Estado o no el suficiente, tampoco habrá fondos para pagar a quienes adquirieron su deuda.
¿Cómo se fija la rentabilidad de los bonos?: Antes de explicar cómo se mide la prima de riesgo hay que abordar qué es la rentabilidad de la deuda de los países y cómo se fija. El Estado realiza sus emisiones a través de subastas en el mercado primario de deuda soberana a un precio -interés- que varía en función de la demanda o el plazo de vencimiento de los títulos, pero que no cambia a lo largo de su vigencia. Los títulos pueden ser a corto (3, 6, 12 o 18 meses) o largo plazo (3, 5, 10, 15 o 30 años), pero cuanto mayor es, los inversores exigen más rentabilidad, ya que no van a volver a disponer de su dinero hasta que concluya este tiempo y necesitan un buen incentivo para tomar la decisión. Los compradores de los títulos son los llamados inversores institucionales: bancos y grandes fondos de inversión que mueven millones de euros con un solo clic de ratón. En palabras del gobernador del Banco de España, Miguel Fernández Ordóñez, en realidad son "solo personas" a las que hay que escuchar cuando tienen razón, pero en caso de que se equivoquen, más que atacarlos es mejor tratar de convencerles con datos y razones objetivas.
¿De qué depende?: En momentos como los actuales, cuando los inversores priorizan la seguridad, aumentan las solicitudes para entrar en la deuda alemana, considerada como refugio contra el chaparrón que está cayendo sobre la eurozona ya que hay una sólida confianza en que pagará religiosamente pase lo que pase. Por este motivo, ante la abultada demanda, baja el interés de sus bonos, actualmente en torno al 3% en la deuda a 10 años. Esto es, por cada 100 euros de deuda alemana a este plazo, el comprador recibe 3 euros anuales hasta que, una vez cumplidos 10 años, se le devuelva el 100% de su inversión. A Grecia le exigen que pague un 18%, casi lo mismo que cuesta pedir efectivo con la tarjeta de crédito.
¿Cómo influyen y qué son las notas de calificación crediticia?: Actualmente solo existen tres agencias de calificación importantes -Standard & Poor's, Fitch y Moody's-. Estas sociedades son las encargadas de poner nota a todos los valores que se negocian, ya sea deuda soberana o acciones de compañías, en función de la seguridad de la inversión. Es decir, estudian el historial de pago de los emisores de estos valores, las perspectivas que afronta y los riesgos o amenazas que pesan en su contra. A mayor seguridad y confianza, las califican con la preciada triple A. Su valoración es determinante para convencer a los inversores ya que, por ejemplo, muchos fondos de pensiones estadounidenses, que gestionan cientos de miles de millones, solo apuestan por valores con rating (que es el término inglés con el que se definen estas notas) triple A. También condicionan la capacidad de financiación de los emisores, ya que en algunos mercados solo se les permite negociar o solicitar avales con ellos. No obstante, hay que recordar que no son infalibles ya que en algunos casos, como el de las hipotecas subprimecalificaron como triple A a productos que, según ha quedado sobradamente demostrado, no merecían este sobresaliente alto. También, dado el papel que han tenido en la actual crisis, desde algunos foros se las acusa de actuar demasiado tarde, a toro pasado.
¿Cómo se calcula la prima de riesgo?: Los bonos de un determinado país, una vez emitidos, se intercambian libremente en los mercados secundarios de deuda a un interés o rendimiento que varía a cada momento en función de la demanda. Es aquí donde se calcula la prima a partir de la diferencia entre los bonos a 10 años de un país frente a los de Alemania ya que este mercado, que tiene el mismo perfil de inversor que el primario, es más permeable a las circunstancias concretas que afectan a cada Estado en un momento concreto y refleja mejor la percepción del riesgo de los inversores. No obstante, aunque son mercados diferenciados, se retroalimentan entre ellos ya que el interés al que cotizan los bonos en el secundario siempre se acaba trasladando al primario y, por tanto, al precio de las subastas que realiza el Tesoro y, de ahí, a las arcas del Estado en cuestión. Y vuelta a empezar.
¿Qué efectos tiene para las arcas del Estado?: Por tanto, si los bund alemanes se venden en el secundario al 2,6% frente al 5,6% que piden por los de España dada las posibilidades, aunque sean mínimas, de que tenga problemas a la hora de pagar, la prima es de 3 puntos porcentuales o 300 puntos básicos. O dicho de otra manera, cuando la prima se traslada a las subastas del Estado, si Alemania, con poco riesgo, tiene que pagar 2,6 euros por cada 100 euros de deuda a 10 años que emite para financiarse, a España, que tiene más riesgos, se le exigen 5,6 euros. Si se multiplica la diferencia por las decenas de miles de millones de deuda que cada año emite un país para financiarse, la cifra que resulta no es nada desdeñable.
¿Cómo afecta a los bancos?: Haciendo bueno el refrán de dime con quién andas y te diré quien eres, los bancos de cada país son indisolublemente dependientes a lo que suceda con el Estado en cuestión. Si el país tiene problemas, ellos tienen problemas, por lo que cuando acuden al mercado interbancario -donde las entidades se prestan dinero entre sí- para financiarse, pagan más o menos en función de si la prima es alta o baja. Y si a los bancos les cuesta más dinero captar fondos, también incrementarán los intereses que les cobran a sus clientes por los créditos. En consecuencia, si los préstamos son más caros, hay menos dinero para las familias y las empresas, con lo que gastan menos y lastran la recuperación de la economía. Y si se crece menos, menos empleo y menos ingresos por impuestos tiene el Estado y más desembolso por el paro. Con menos fondos, registra más problemas para reducir la déficit y pagar a sus acreedores, con lo que cada vez resulta más difícil volver a un estado de solvencia mientras la partida por intereses aumenta imparable, y como gasta más de lo que ingresa decide sacar la tijera y se resiente el crecimiento... Y como diría un popular personaje de dibujos animados, "hasta el infinito y más allá".
¿Que supone para el conjunto de la economía?: Para hacerse una idea de como está el patio, si la prima de España está en torno a los 340 puntos básicos, la de Grecia, el país que abrió la caja de los truenos de la crisis, está en el entorno de los 1.400 y la de Irlanda, el segundo en caer, alrededor de los 1.000. La de Portugal, el tercer país rescatado, se sitúa también en alrededor de los 1.000. Según cálculos de Bruselas, si un país tiene una prima de 400 puntos básicos y no toma medidas, es probable que el impacto del sobrecoste por financiarse en el conjunto de su economía genere un impacto negativo en el Producto Interior Bruto de un 0,8% anual. Una cifra que, en estos momentos en los que unas décimas separan el crecimiento de la recesión, puede suponer la frontera entre el éxito y el fracaso.

¿Qué es la prima de riesgo y cómo se calcula?


En esta época de crisis de deuda de algunos países de la eurozona es muy habitual oír hablar de la prima de riesgo, aunque a veces se utiliza sin explicar mucho qué significa. Es por ello que hoy enConceptos de Economía vamos a explicar qué es la prima de riesgo y cómo se calcula.
El Concepto de prima de riesgo se puede aplicar a todos los tipos de deuda, pero vamos a centrarnos exclusivamente en su definición para la deuda soberana de los países de la eurozona, ya que es la denominación más habitual en la prensa de hoy en día.

El comienzo de la eurozona

Hasta 1999 era difícil comparar directamente si la deuda emitida por un país tenía más riesgo que la de otro. La rentabilidad de la deuda de un país depende del tipo de interés que ofrezca su moneda, pero también de la estabilidad de la moneda. Una mayor rentabilidad de la deuda puede significar miedo a una devaluación, no miedo a un impago. Y también puede significar que los tipos de interés son más altos.
Ahora bien, en 1999 se creó la eurozona, y todos los países que la componían en dicho momento (11), pasaron a tener la misma moneda, el Euro (aunque la moneda física tardó todavía tres años en circular). Esto quería decir que todos los países de la zona tenían el mismo tipo de interés y la regulación monetaria estaba en manos del Banco Central Europeo, una institución que no pertenecía a ningún país. Todos los países miembros perdieron la soberanía monetaria.
Por tanto, a partir de dicho momento es posible comparar el riesgo de impago entre dos países de la zona Euro. Si miramos los bonos emitidos y hay diferencias a igualdad de plazo de pago, el que más rentabilidad da tiene un mayor riesgo de insolvencia. No hay ningún otro factor que afecte al precio de la deuda, ya que la moneda es la misma (mismo tipo de interés y el riesgo de devaluación afecta por igual a todos).

Alemania, el país más solvente

Es entonces cuando se confirma que Alemania es el país más solvente de la zona Euro. Su economía es una locomotora (aunque en esos momentos el motor estaba algo gripado) y el riesgo de impago de dicho país es el más bajo de la zona Euro. Por tanto, es el país con quien compararse.
Si alguien quiere ver si un país de la zona Euro tiene un gran riesgo de no pagar su deuda basta con comparar la rentabilidad de su deuda pública con la rentabilidad de la deuda pública de Alemania, para el mismo plazo. Si la diferencia es muy grande, es que dicho país tiene un riesgo de impago mucho más alto que Alemania, es decir, la gente prefiere prestar dinero a Alemania, y si se lo presta al otro país es porque la rentabilidad es mucho mayor.
Esa diferencia entre los bonos de los países de la zona euro y los de Alemania, en puntos básicos (1% equivale a 100 puntos básicos), es lo que se denomina prima de riesgo.

¿Qué bono usamos para comparar?

El bono preferido para hacer las comparaciones es el de 10 años. Y esto es porque es un plazo razonable para evaluar los riesgos que tiene el país a medio plazo. A corto plazo el riesgo es más sencillo de evaluar, y a más largo plazo las incertidumbres son mayores. Por tanto el bono a 10 años es el que se usa de referencia.
Por otro lado, se usa la cotización de los bonos en el mercado secundario. Esto es, los bonos los vende (subasta) el Estado, y luego estos bonos cotizan en un mercado. Y es un mercado muy líquido, en cualquier momento se sabe cuánto vale un bono de un país u otro. Si no se usara como referencia el mercado secundario habría que esperar a que cada Estado subastara bonos a diez años para saber la prima de riesgo, y no sería comparable siempre, ya que los tipos de interés cambian.

¿Cómo se calcula la prima de riesgo?

Lo primero es acceder a los datos del mercado secundario de deuda. Obtenemos la rentabilidad del bono alemán a 10 años. Luego obtenemos el del país del que queremos calcular la prima de riesgo, también del bono a 10 años. Restamos y así obtenemos la prima de riesgo de dicho país.
Por ejemplo, si la rentabilidad del bono a 10 años de Alemania es del 3%, y la de España es del 6%, tenemos que la prima de riesgo de España es de 3 puntos porcentuales o 300 puntos básicos. Es decir, para una misma moneda, para un mismo plazo, un inversor prestaría dinero a Alemania al 3%, y a España al 6%. Una gran diferencia, los inversores temen que España no pague y por tanto le piden mucha más rentabilidad (esto es pura opinión, no hay un estándar que diga si 300 puntos básicos más es mucho o es poco).

Variaciones de la prima de riesgo

A mitad de la década de 2000 vimos como la prima de riesgo de países del sur de Europa era prácticamente nula. Es decir, los inversores veían que prestar dinero a Alemania o a España era prácticamente lo mismo. En cambio ahora vemos como los países con problemas fiscales tienen primas de riesgo mucho más altas.
Y hay que recordar que la prima de riesgo sube por dos motivos. El primero, porque el riesgo de los países se dispare (o la percepción del riesgo se dispare); el segundo, porque ante esta subida del riesgo de estos países, los inversores busquen un país refugio, Alemania, y al comprar masivamente su deuda, el precio del bono aumente, o lo que es lo mismo, su rentabilidad disminuya. Y esto es lo que pasa cuando hay brotes de pánico, por un lado los inversores venden deuda de los países con problemas, y compran deuda alemana, con lo que la prima de riesgo sube por los dos efectos.

¿Hay alternativas para medir el riesgo de un país?

La prima de riesgo no es la única forma de medir el riesgo de un default de un país. También existen los CDS, que ya hemos reseñado en otro Concepto de Economía. Ambos indicadores, de forma conjunta, permiten evaluar el riesgo de un país. La ventaja de los CDS es que permiten comparar países con distinta moneda, incluso empresas. La desventaja es el que el mercado es mucho más opaco que el de la deuda pública.

Articulos extaídos de: el país y el blog salmon

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